28.1.12

Reescribir.

Siempre he pensado que las cosas que nos pasan, las tristezas y alegrías, tienen el peso relativo que nosotros les queramos dar. Según interioricemos los sucesos, los asimilemos y ubiquemos en nuestra librería emocional tendrán una importancia u otra.
Quiero decir que debemos ser conscientes del poder tan grande que tenemos sobre lo que nos pueden afectar la mayoría de las cosas.
Puede que no tengamos poder sobre lo que sucede, pero sí sobre cómo nos puede afectar.
El truco está en relativizar al máximo todo aquello susceptible a serlo.
En algunas ocasiones se nos puede ir todo de las manos y dejar de ser conscientes de ese enorme poder que tenemos sobre nuestra realidad, porque para eso es nuestra.
Recientemente leí este artículo en Tendencias 21, que como agua de mayo, llegó a mis manos en el momento justo en el que necesitaba recuperar el control sobre mí.
A partir de ahora me dedicaré a reescribir, será el nuevo bálsamo para mi alma.
Muy recomendable.

17.1.12

Desahogo.

Ya no quiero pensar más en el amor, me va a dar igual todas las campañas que se nos vienen encima de manera inminente anunciando el día de Cupido, me va a dar igual si este estado griposo perturba mi mente y no me deja ver las cosas con claridad, me da igual si somos unas cobardes y no nos la jugamos... Me da igual absolutamente todo.
Sólo hay una cosa que tengo en mente.
Una.
Quiero dejar de engrosar mi lista con subnormales.
Tengo a muchos idiotas de los que no puedo contar más que estupideces, idiotas que se cuelan disfrazados de caballeros que dejan amargas huellas. No quiero contar más historias de cretinos pendencieros, porque estas historias que yo cuento son mi vida, y me he dado cuenta de que se ensucia demasiado.
¿Por qué tengo tan poco control sobre eso?... La respuesta es casi aún más triste que el resultado obtenido...
Pero aquí andadmos Dolce y Pelot, planeando recuperarnos de esta semana "horribilis" y comenzar a vivir de nuevo.

Nos la jugamos.

8.1.12

Sexo&Amor

"Y a veces, el sexo funciona muy bien cuando estamos obsesionadas. Todos esos intensos sentimientos de excitación y ansioso deseo, incluso temor, contribuyen a un poderoso conjunto que llamamos amor. En realidad, es cualquier cosa menos eso. Aun así eso es lo que nos dicen todas las canciones sobre el amor. Eso de "No puedo vivir sin ti, nena". Casi nadie escribe canciones sobre la calma y la comodidad de una relación amorosa sana. Todos escriben sobre el miedo, el dolor, la pérdida y el sufrimiento. Entonces llamamos a eso amor, y no sabemos qué hacer cuando aparece algo que no es una locura. Empezamos a relajarnos y luego tememos que no sea amor, porque no estamos obsesionadas."

"Las mujeres que aman demasiado"
Robin Norwood